Septiembre de 1994.

En 1994, KISS ofreció el primer concierto de su historia en la ciudad de México, en aquella ocasión, a la que por cierto no asistí, se dieron cita un buen numero de fans que en aquel momento apenas y se conocían, la KISS CULTURE en México se encontraba en pañales.
Por aquellos días también, se publicaron algunos anuncios derivados de la presentación, la verdad es que en aquellos días yo conocía a pocas personas a las que les gustaba KISS, de hecho el único en mi edificio era yo, el único en la escuela era yo, el único del que yo sabía.
Aquella noche de septiembre en que KISS toco por primera vez en México fue emocionante, como la mayor parte de los individuos de mi edad, no tenía dinero suficiente para ir al concierto.
Armado con mi única playera de KISS y una sudadera negra, camine al mueble en que guardaba mi dinero, lo saque, lo conté y me di cuenta de que tenía 100 pesos, salí de casa diciendo que iría a ver a un amigo.
Llegando al metro empezó la lluvia, llegando al Palacio de los Deportes empezó la emoción, sabía que con esa cantidad no podría convencer a nadie para comprar un boleto, pero también sabía que con esa cantidad podía comprar algunos recuerdos.
Aquello era un pequeño paraíso, había playeras, discos, KCTS, muchas cosas, kilos y kilos de cosas de KISS, busque entonces mi dinero.
Metí la mano en la bolsa derecha del pantalón y no saque nada, luego la mano en la bolsa izquierda y nada, busque en las bolsas traseras de mi pantalón y nada, no se que cara puse, no quiero imaginarme en aquella ocasión. Era un hecho, no tenia dinero, en mi bolsa solo había un boleto del metro y unas llaves.
Camine un rato y me senté lo mas cerca que pude del inmueble, la verdad es que no sabia ni que hacer, la mayor parte de las personas que veía eran mayores de edad, pocos eran de mi edad, pocos eran adolescentes, muchos eran adultos.
Poco se escuchaba, no se cuando tome la decisión de regresar a casa, lo que si recuerdo es que en ese momento estaba apunto de llorar de la rabia.
Ya en el metro, me sentí un poco mejor, pero al salir de la estación con rumbo a mi casa, empezó a caminar y a medio camino la lluvia calló sobre mí ser y al llegar a mi casa tuve que cambiarme de ropa. Al regresar al mueble donde guardaba mi dinero, me percate de que nuca lo había tomado.
Supongo que regrese temprano a casa porque cuando termino la lluvia fui a la tienda a comprar unas conchas para tomarlas con chocolate.
Aquella noche nadie se acordó de KISS en las noticias de la TV, al día siguiente tampoco lo mencionaron.
Hoy recuerdo esa noche por la simple razón de que salí a la tienda por la misma razón que aquella noche de septiembre, llovió, me moje, me cambie de ropa, la señora Sara hizo chocolate y yo fui a comprar conchas porque no había pan, solo había una diferencia, mi pigmea Getzemaní me acompaño porque ella quería unas galletas.